Quién mató a Nola Kellergan es la gran incógnita a desvelar en esta incomparable historia policíaca cuya experiencia de lectura escapa a cualquier tentativa de descripción.
Intentémoslo:
Una novela de suspense a tres tiempos -1975, 1998 y 2008- acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire.
En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor -Harry Quebert, autor de una aclamada novela- y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado y acusado de asesinato al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín.
Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras busca demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad solo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.
"Tenemos la vida que elegimos", por tanto, no creo que Harry tenga la menor fe en el destino, pero sin embargo nos aferramos a la gratificante idea de que hay algo que equilibra el universo, que pone todo en orden y que dirige nuestro futuro, pese a ello, seguimos mirando hacia los dos lados para cruzar la calle. Porque al fin y al cabo expresamos esas ideas e hipótesis gracias al miedo. Miedo a se capaces de asimilar que nuestro futuro se encuentra en nosotros mismos, que no está escrito, que no podemos leerlo mediante las líneas de nuestras manos, que somos los dueños de nuestro pasado presente y futuro, que nosotros escribimos la historia. Pero esa idea nos aterra y por eso preferimos dejarlo todo en manos del destino, ¿no es cierto?
ResponderEliminarClaro, es muy cómodo dejarse llevar... si algo va bien estupendo, pero si algo va mal, ups, es el destino y nada puedo hacer.
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